Buenas noches a todos y todas, a las autoridades aquí presentes, a los vecinos de Puntallana, a los amigos y familiares y a quienes nos ven a través de las redes sociales.

Unas redes sociales que nos permiten, a los que vivimos fuera de la isla, mantener el contacto con la actualidad diaria de Puntallana y que están permitiendo que actos y tradiciones como este Pregón se puedan mantener a pesar de las limitaciones sanitarias.

Quiero comenzar este Pregón expresando mi gratitud por estar aquí esta noche, haciendo lectura al Pregón de las Fiestas de San Juan Bautista 2021. Quiero dar las gracias especialmente al Alcalde, Victor Guerra, y a Héctor Cabrera, Concejal de Cultura y Fiestas, por haber contado conmigo para este acto.

Todos saben que soy una persona corriente, que no vivo en este municipio y que no he hecho nada relevante a nivel público como para merecer este honor. En condiciones normales aquí estaría esta noche alguna persona destacada como los pregoneros que me han precedido estos años. Pero estos últimos meses no han sido normales, personas anónimas como yo, profesionales sanitarios anónimos, personas apasionados por la enfermería han subido al atril de los servicios públicos de la salud y lo han dado todo para protegernos. Por eso, me siento orgullosa de representar esta noche a mi profesión y especialmente a los muchos jóvenes, y no tan jóvenes, de este municipio que, a lo largo de las últimas décadas, han estudiado y ejercen de médicos, enfermeras o auxiliares.

Allá por el mes de abril cuando Vico, me llama una mañana, no solo me da un susto, porque lo primero que piensas es que le pasó algo a mi madre, sino que al plantearme que han pensado en mi para el Pregón……. Le digo, “esto no me lo puedes hacer”….”yo no sirvo para eso”…… “piensa en otra persona”…y el insiste… que me llama a en dos días. ¿Para qué fue eso?. Esa noche sin pegar ojo. Al comentarlo en casa con los chicos y con mi familia…todos me animan y ale ……. le digo que si. Cuando cuelgo pienso…..¿en qué marrón te has metido Nieves?.

¿Qué les vas a contar?

Pues les voy a contar la historia de una niña de pueblo que desde que era una mocosa quería ser enfermera y que al final lo consigue.
Quiero contarles que cuando nos proponemos las cosas, si luchamos las conseguimos.
Quiero contarles la importancia de mi profesión a través de la historia y sobre todo en esta pandemia.
Y quiero destacar la enseñanza positiva que debemos sacar de este año y medio que hemos vivido.

Desde que tengo recuerdos siempre quise ser enfermera…..y como dijo mi hermano en una ocasión….mi vocación me nació al mismo tiempo que los dientes.
Desde los 8 años mi Tía Tomasa me enseñó, en su propio culo, a poner inyecciones. Cuando con 9 años me operaron de apendicitis, perseguía a las enfermeras en la planta para ver lo que hacían…….. porque yo quería ser como ellas.
En COU los profesores me insistían en que estudiara medicina y yo solo me veía en enfermería. El año que tenía que entrar en la universidad, que fue el primero que pedían nota, ya que hasta ese momento se entraba con un examen, creí morirme cuando tuve que ir a Tenerife a mirar la lista. En ese momento no existía internet…..ufff que vieja soy ¿no?.

Recuerdo estar en la Facultad de Medicina delante de la lista y estar tan nerviosa que ni me ví, no me encontraba y empecé a llorar. Imaginen a una joven de pueblo, con 18 años, y que era la primera vez que salía de aquí y encima estar comprobando su futuro sola.
Hoy, estas cosas las hacemos en casa, por internet o iríamos acampañados por nuestros padres….seguro. El compañero que estaba a mi lado, que no lo conocía de nada, me tranquilizó, y me dijo…… ¿Qué apellido tienes?……. yo le dije…,entre lagrimas, Lorenzo y el mira y me dice….tranquila…..…estás aquí y ese fue uno de los mejores momentos de mi vida.

Aun recuerdo cuando le dije a mi madre…. ¿y si no entro?… ¿Qué hago mama?. A mi no me gusta nada mas…. Y ella me contesta….. El pajero lleva 3 cabras más y tu padre puede sembrar 2 canteros más de zanahorias. Y yo dije…. ni de coña…. yo quiero ser enfermera. Y aquí estoy, 33 años después, orgullosa de lo que he conseguido y vivido con mi profesión.

Seguro que a la mayoría de ustedes les ha pasado lo mismo. Venir de un pueblo pequeño, de familias humildes dedicadas al campo, donde la universidad se pagaba trabajando de sol a sol, en los plátanos, haciendo quesos o bordando. Las condiciones en las que vivían nuestros padres eran muy duras. Eso nos enseñó muchos valores de superación y a ser agradecidos.


Nos esforzamos por estudiar y a la vez ayudábamos en casa…. En mi caso en el campo, pues esa era la manera de complementar la beca, pues la economía no era muy boyante que digamos.
¿Cuántos kilos de zanahorias pasaron por mis manos los fines de semana o en el verano?. Mi padre se levantaba temprano y cuando nos despertabamos había en el garaje una montaña inmensa de zanahorias. Al mediodía, cuando terminaba la faena, nos ibamos caminando a la playa, donde nos esperaban los amigos. El resto del día a disfrutar y vuelta a casa caminando. Por la noche no dudabamos en subirnos al jeep de Don Leonardo que nos llevaba a la fiesta que tocaba en ese momento.

Bueno, se pueden imaginar la cara que se nos ponía cuando mi padre nos decía……Silvano quiere mañana otros 500 kg de zanahorias……como llegué a odiar a este hombre. Y al día siguiente otra vez faena.

Como segundo punto les quería hablar de mi profesión.
La enfermería es tan antigua como la humanidad, ya que las personas siempre han necesitado cuidados cuando están enfermas o heridas.
Se cree que la figura apareció en la Edad Media. En 1633 San Vicente Paul fundó la Compañía de las Hijas de la Caridad donde las mujeres comenzaron a jugar un papel en la enfermería organizada.

A lo largo de los años las guerras han aumentado la necesidad de enfermeras.

El 12 de mayo se celebra en todo el mundo el Día Internacional de la Enfermería, fecha en la que se conmemora el nacimiento de Florence Nightingale (1820-1910) creadora de la enfermería moderna. La generalización de la formación de las enfermeras no se entendería sin la aportación de esta célebre enfermera, escritora, estadista, científica y humanista inglesa.

En 1861 las enfermeras empiezan a usar uniformes y hoy en día son ampliamente conocidas en el mundo.

Yo tendría que haber venido esta noche vestida de enfermera pero mi madre siempre dice que al pueblo de Puntallana siempre hay que venir con abrigo.

En 1915 se creó en España el Título de Enfermería, se agrupaban practicantes (hombres), enfermeras (mujeres) y matronas. En 1953 se unifican los 3 cuerpos en los ATS y en 1977 se integran en la universidad como Diplomados Universitarios en Enfermería y más recientemente en 2009, con la aplicación en España de la reforma del Espacio Europeo de la Educación Superior, en Grado en Enfermería.

Las principales funciones de la enfermería son: la asistencial (tanto en especializada como en atención primaria), la docencia, investigación y la gestión administrativa.
Actualmente tenemos la posibilidad de optar al Doctorado así como a diversas especialidades (matrona, salud mental, geriatría, pediatría y comunitaria).
La enfermería siempre ha tenido que actuar en diferentes episodios de la evolución de la humanidad (guerras, catástrofes o epidemias).

Cuando el pasado 31 de diciembre de 2019 dábamos paso al comienzo de un nuevo año en el cual se contemplaba por la Organización Mundial de la Salud (OMS) la celebración del Año Internacional de las Enfermeras y Matronas, nada nos llevaba a pensar en la amenaza que ya se había gestado sobre nosotros. Se iniciaba un desafío mundial protagonizado por un virus que ha puesto en entredicho la estructura sanitaria así como la económica, social, familiar y política, y que ha provocado un cambio en el estilo de vida principalmente por la necesidad de evitar las relaciones sociales que tanto nos caracterizan.

El 11 de marzo de 2020 se declara la pandemia por la Covid 19 y a partir de entonces nuestras vidas se llenan de recomendaciones, instrucciones y normas. Nos empezamos a familiarizar con términos que hasta ese momento eran de uso exclusivo de disciplinas sanitarias (contacto estrecho, diferencia entre caso sospechoso y probable, diferentes tipos de mascarillas, distancia de seguridad, lavado de manos, etc…..).

Los profesionales sanitarios han sido capaces de reinventar el sistema sanitario para dar respuesta a la emergencia y han sido las enfermeras en todos los hospitales, centros de salud y residencias las que han liderado la puesta en marcha de todos los procesos y circuitos con generosidad y entrega. A pesar de los cambios constantes de protocolos, las enfermeras han gestionado los cambios, haciendo fácil lo difícil, y una vez más, estando al lado de las personas que necesitan de nuestros cuidados, de nuestro apoyo y de nuestro acompañamiento hasta la despedida final. Y actualmente liderando el proceso de vacunación llegando a administar en España en un solo día la friolera de más de 400.000 vacunas.

Aquí en Puntallana habéis tenido la suerte de vivir y seguir viviendo esta pandemia de una forma más tranquila. Casi todos tienen una casa con patio y/o azotea donde el confinamiento ha sido más llevadero. Apenas han habido casos, el poder ir al huerto y tener una actividad para entretenerse es un lujo.

Esa es una ventaja de la vida rural que las grandes ciudades nunca podrán tener.

Por eso en relación al inicio de estas palabras donde les decía la importancia de luchar por un sueño y el final de la misma donde les he hablado de mi profesión y del papel de esta en la pandemia….quiero terminar leyendo un poema que resume un poco mis palabras.

Y se titula las Sandalias Negras:

La última vez que le regalé unos zapatos a mi madre, fueron unas sandalias negras.
Se las estrenó ese mismo día. Cuando se las ví ¡hasta me sorprendí¡.
Se las había comprado para un “día especial” y le pregunté.
¿Por qué las has estrenado tan rápido?. Y me contestó….
-Ajá, ¿y si me muero mañana?…..se las va a estrenar otra….no mijo, éstas son para estrenar hoy mismo.
Dos meses después mi madre falleció.
Hoy volví a recordar las sandalias negras de mamá, algo desgastadas. Y recordando me pregunto.
¿Qué estamos esperando para estrenar?.
¿Qué es realmente un día especial?…. cuando la vida se vive solo una vez.
Así pasamos la vida…. Esperando el momento adecuado, el momento preciso, el día especial para estrenar aquello que nos hará sentir mejor.
¿Cuánta gente llegó aquí sin decir lo que quizo, sin ponerse lo qué quería, sin regresar a algún lugar, o sin pedir perdón?.
¿Los amores que jamás fueron por esperar un poco a decirlo?.
¿Los matrimonios que se rompieron porque el otro no dijo perdón primero?
¿Los amigos que dejaron de hablarse por un mal entendido?.
¿La familia que jamás volvió a reunirse porque no encontraban el día?.
¿Los sueños que se quedaron en sueños por esperar la oportunidad?.
¿La gente honesta que perdimos porque fue sincera y nos dolió?.
¿Y si no llega mañana?
¿Qué dejaste sin estrenar para que otro lo estrenara?.
¿A quién dejaste para que otro amara?.
¿Qué palabras dejaste de pronunciar?.
¿Con qué perdón en el pecho te quedaste?.
¿A quién le debes una explicación?
¿A quién debiste darle una oportunidad?.
¿A quién debiste cerrar la puerta, sin jamás mirar atrás?.
¿Qué aventura dejaste de hacer?
Guardamos sin estrenar palabras, compañías, sentimientos, sueños….solo por miedo a fracasar, por vergüenza o peor aún por orgullo.
Y así vamos calmando los latidos del corazón, sin darnos cuenta que nos quedamos inertes ante la vida, por esperar a mañana.
El mañana no existe… es solo una esperanza, una idea que tal vez no llega,……solo nos queda hoy.
Hay que estrenar los zapatos antes que otro.
Luchar por lo que amas, luchar por tus sueños y vivir….intentándolo antes que otro se atreva a la mejor hazaña.
Recuerdalo… Vive la vida.
Y cada mañana, cuando abrimos los ojos en ésta tierra de locos, es la manera en que Dios nos está diciendo…..
Andale, dale, atrévete e intentalo, arriesgate…
Quizás éste sea el día, si fallas no te preocupes, yo estaré aquí y si vences también.
Hoy estuve en el mismo lugar donde está su cuerpo, en silencio y con lágrimas en los ojos me acordé de sus sandalias negras.
Y recordé que yo quería estrenar unos mocasines de colores y por miedo a que se mojaran…..¡No me los puse¡…
y que si se mojan….que se sequen.
Y que si se rompen…los usé.
Y que si no funciona…lo intenté.
Ahora aquí pensando…
Hoy es un buen día para estrenar zapatos, para comenzar a hacer tus sueños realidad.
¿Aún tienes algo sin estrenar?-
Ve y estrénalo. Vive el momento carajo.
Así que aprovechando la costumbre de estrenar el día de San Juan, vamos a hacerlo y luchar por nuestros sueños.

Viva San Juan y Viva Puntallana
Muchas Gracias

Nieves Rosa Lorenzo Rodríguez – Enfermera de incidencias externas en el Hospital de La Candelaria en Tenerife.

Puntallana, 18 de junio de 2021.